Comprendiendo el estigma intersex en Uganda

Outreach in Uganda

El alcance de SIPD en Uganda. Foto: suministrada.


Soy el fundador y director ejecutivo de Support Initiative for People with atypical sex Development (SIPD Uganda). SIPD es una organización local de derechos humanos, y sin fines de lucro en Uganda, la cual, a través de un acercamiento y compromiso con la comunidad, proporciona información confiable y objetiva sobre cuestiones relacionadas al desarrollo sexual atípico. Particularmente nos enfocamos en la necesidad de tener un apoyo médico y psicológico organizado, la educación del público en general, así como en la promoción de la protección de los derechos humanos de los niñxs y personas intersex.
Portrait of Julius Kaggwa

Julius Kaggwa. Foto: suministrada.


La organización formal en Uganda está ahora en su noveno año, y esto ha ayudado a romper el silencio y ha empoderar a los niñxs y jóvenes intersex. Construimos una base de conocimiento para quienes les importan las cuestiones que rodean lo intersex, así como para lo relacionado a las cuestiones de salud y derechos. Sin embargo, mientras este compromiso está teniendo un impacto positivo y directo tanto en lxs niñxs intersex como en las personas que los cuidan, persiste la situación de que no hay suficientes voces activas que sean lo suficientemente audaces para, de manera persistente, mantener estas cuestiones en la mesa de negociación política. Esto no solo sucede en Uganda; la situación es similar en la región del este de África. Ser políticamente etiquetado como LGBTI, y como parte del discurso en defensa de los derechos gay, también ha contribuido a impulsar a las personas intersex en Uganda más allá de la marginación, manteniéndonos solo visibles a través de los lentes de la homosexualidad.

Miles de niñxs y jóvenes intersex se enfrentan con doble marginación, tienen que lidiar con el estigma de ser intersex y con la extrema pobreza. He tenido contacto con más de 1,000 niñxs, jóvenes y adultxs intersex, en su mayoría de manera personal o a través de organizaciones.

En Uganda, la manera tradicional de lidiar con las percibidas diferencias del desarrollo sexual, frecuentemente percibidas como “anormalidades”, ha sido desde hace mucho el permanecer en silencio – y el desear que desaparezcan a través de varios tipos de rituales tradicionales, que a menudo tienen como consecuencia la muerte de lxs niñxs intersex que son sometidos a estos. Esto, por décadas, fue considerado como algo normal, y como la mejor manera de tratar los nacimientos intersex. Normalmente, en Uganda y en la región del este de África, el simplemente ser una niña o un niño – sin ninguna diferencia en el desarrollo sexual – ya implica más que suficientes expectativas culturales, religiosas, y políticas, demandas, imposiciones, y prejuicios. Prejuicios que dan forma a la mayoría de las desigualdades relacionadas al género y a problemas de derechos humanos contra los que aun luchamos. La situación de poseer un sexo indeterminado, que define a las personas intersex, crea aún más complejos prejuicios culturales y religiosos. El tratamiento inicial de un nacimiento intersex en Uganda, frecuentemente será el silencio y el secreto. La familia aislará al niñx del público en general. En la mayoría de los casos, las madres de estxs niñxs serán desaprobadas. Usualmente, las supersticiones ocupan un lugar preponderante, ya que las familias buscarán a médicos brujos, médiums y sanadores tradicionales, en busca de una solución. En muchos casos, la madre trabajará con un practicante de medicina tradicional, o con algún otro aliado, para matar al niñx.

Al tratar de “arreglar” la apariencia de los genitales del niñx, han ocurrido graves mutilaciones, que han dejado a estos niñxs con cicatrices y disfunciones de por vida – y para la mayoría, sin la posibilidad de siquiera poder corregir estos errores. Esto es debido a que existe una presión abrumadora en todos los niveles (familia, comunidad, espiritual, cultural y política) para tener un niñx con un cuerpo que encaje en el cuerpo normativo “masculino” o “femenino”. Una presión tan abrumadora que los padres a menudo matan a sus bebés intersex, o los someten a dañinas mutilaciones.

El enfoque que es utilizado por la “élite” es uno de ocultar la situación, en el que el niñx intersex será escondido y “ofrecido” para que lo sometan a cirugía, sin garantía, sin instalaciones adecuadas para la realización de la cirugía, y sin apoyo psicosocial.

Sin embargo, una partera tradicional con la que hablé, me contó cómo es que estas actitudes pueden cambiar, rápida y exitosamente, mediante la sensibilización y la capacitación en las comunidades, lo que ha hecho que ella desafíe sus propios puntos de vista y que mejore el servicio que da a sus pacientes.

En otro encuentro, un maestro contó la historia de uno de sus estudiantes, que constantemente era agresivo, se “vestía de manera inapropiada” y, a menudo, usaba lenguaje ofensivo. Además, este estudiante constantemente faltaba a clases. En una ocasión, mientras estaba siendo castigado, el maestro descubrió que el niño era intersex, y que su comportamiento había sido un mecanismo de defensa para mantener a sus compañeros con miedo y alejados. Después de varias interacciones con el estudiante, proporcionándole un espacio seguro para expresarse, vi como ahora está más seguro y ha cambiado su comportamiento. Él aún quiere desesperadamente eliminar sus pechos, los que oculta usando métodos dolorosos. El maestro dice: “Nuestros ojos ahora están abiertos a lo que era un misterio para nosotros. Por lo menos ahora tenemos algunas respuestas que podemos dar, y una idea de cómo responder a estudiantes con tales necesidades. Es importante darles la oportunidad de hablar acerca de esto sin miedo.”

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El alcance de la organización en una iglesia. En el documento en la pared dice: “Condiciones Intersex”. Foto: suministrada.


Mi propio acercamiento a los líderes religiosos, promete que si somos persistentes en nuestro trabajo educacional, para cambiar las mentes y corazones, lograremos cambios que tiendan a incrementarse, y generaremos cambios de actitud duraderos en lo que concierne a las diferencias en el desarrollo sexual. He visto como los líderes espirituales dan “me gusta” a nuestras publicaciones en Facebook y responden cuando alguien publica cosas perturbadoras acerca de un niñx o adulto intersex. También resulta interesante ver la buena voluntad – tanto personal como organizacional – de los líderes espirituales, para revaluar algunas de las enseñanzas morales, religiosas y culturales que promueven. Existe una lenta transformación desde la más cruda marginación, hasta la compasión, amor y el cuidado de aquellxs que son diferentes, incluyendo a niñxs, jóvenes y adultxs intersex.

Aún más importante, en Uganda hemos traído la idea de responsabilidad colectiva, y de que la comunidad proteja al niñx, así como la fraternidad en la fe. Esto está ayudando a formar espacios seguros dentro de las comunidades. Los pastores y maestros son parte fundamental de la cultura en Uganda, y del constructo social, y no pueden ser ignorados cuando se piensan en campañas significativas y sustentables, que buscan reconocimiento, seguridad y una forma de vida digna. Esta aproximación al activismo, busca ayudar a mantener a los bebés intersex en Uganda, libres de la mutilación y el infanticidio.

El principal desafío sigue siendo la sustentabilidad de estos logros, que tienen lugar en un trasfondo de pobreza y hambre. Si puedes imaginar las veces en las que te has sentido con mucha hambre, y rápidamente interrumpes lo que estés haciendo para ir por algo para comer, o por un vaso de agua, o un té – entonces puedes imaginar lo que es tener hambre por días, semanas, incluso meses, sin tener nada para comer, y esto acompañado del miedo a ser expuesto. Esto te mantiene confinado y aislado del resto de la sociedad debido a que eres diferente, o debido a que tienes un niñx que es diferente, y esto es más doloroso que el hambre que sufres. Es como estar atrapado entre la espada y la pared.

Por ejemplo, las personas intersex que viven en el norte de Uganda, es usual que vivan en condiciones extremadamente severas y en la pobreza, y que sufran de hambre durante semanas y por eso tengan que racionar su comida. Los miembros de la organización de otras partes del país, tienen acceso limitado a la tierra, y aunque pueden proveer de servicios a sus comunidades, no saben cómo. SIPD Uganda, está llevando a cabo un programa de formas de vida para estas madres y jóvenes intersex, para enseñarles habilidades que les permitan usar la tierra a su disposición de una mejor manera – sin importar que tan seca pueda estar – así como a hacer uso de sus talentos naturales. Esto impedirá que los padres vean a sus hijxs como una carga y una maldición, que los envíen a campos, o que los abandonen en viejas chozas de barro.

Es común ver la extrema pobreza que sufren la mayoría de las personas intersex, y que contribuye a las violaciones a las que se enfrentan, un abuso tras otro, principalmente debido al estatus socioeconómico de las madres de niñxs intersex o de jóvenes intersex. Por tanto, se justifica concluir que el solo crear conciencia y capacitar sobre derechos humanos, no es suficiente. Hay una necesidad de atender la calidad de vida de los miembros de la organización. La mayoría de las injusticias tienen su origen en la falta de poder o en el uso indebido del poder, y el no tener poder económico, ni siquiera el suficiente para alimentarse a uno mismo, es un terreno fértil para cultivar la injusticia.

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El alcance de SIPD en Uganda. Foto: suministrada.


No podemos determinar constantemente la capacitación y el alcance que tengamos – tan críticos como son el hacer uso de la información y en compartir espacios seguros – todo lo que los miembros de nuestra organización necesitan es cambiar de actitud, cambiar sus vidas, y sus comunidades, en unas mejores, más serviciales y en las que puedan ofrecer apoyo. La lucha contra la pobreza y para obtener mejores medios de vida, es parte de la búsqueda de justicia social para lxs niñxs y personas intersex en Uganda y en la región.

Muchas personas en Uganda – incluyendo a las personas intersex – dicen que las personas intersex tienen “dos partes privadas”. Pero en lo que respecta a los humanos, esto no puede ocurrir en la naturaleza de un ser humano. Un ser humano no puede tener dos sets de órganos genitales (masculino y femenino) con una función completa al mismo tiempo. Lo que si puede tener un ser humano, son genitales que pueden ser indeterminados o de apariencia y función ambigua – cayendo entre lo femenino y masculino. Así, una persona intersex puede tener un set de genitales de un sexo, pero órganos internos de otro sexo – por ejemplo, un individuo con genitales masculinos puede tener ovarios en su interior y bolsas testiculares vacías, o alguien con genitales femeninos puede tener testículos internos en lugar de ovarios, o en algunos casos, puede tener un ovario y un testículo (una variación conocida como ovotestes).

Como activista intersex y de las realidades variantes de género en África, diariamente busco desarmar los mitos acerca de los cuerpos no binarios, y de los estereotipos de género no normativos, y aunque esto ha sido una de las cosas más gratificantes que haya hecho, también ha sido de lo más ¡peligroso y frustrante! Esto es debido a que, para los individuos intersex en Uganda, no existe realmente un lugar seguro. La sociedad conservadora, evasiva y vehementemente represiva, nos considera como bisexuales o gay, y la comunidad gay nos considera como extraterrestres y objetos de curiosidad, y dice ¡que debemos explicar nuestro vínculo con su causa! Debemos comprobarles nuestra “masculinidad” o nuestra “feminidad”, porque el cuerpo intersex aún es fuente de gran incomodidad, incluso entre la comunidad LGBTI. Este estereotipo es uno que atormenta y estigmatiza.

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El alcance de SIPD en Uganda. Foto: suministrada.


Al haber nacido intersex en Uganda, sé de primera mano, como es que quienes están desesperados por justificar las injusticias sociales contra las personas como yo que somos diferentes, nos equiparán o compararán con cualquier falsedad imaginable. ¿Quién realmente puede determinar el alcance de la feminidad o masculinidad de alguien, excepto el individuo en cuestión? Y ¿Qué sucede si alguien no es ni hombre ni mujer? ¡Debido a que esto también existe! Cuál ‘experto’ determinará a cual lado pertenezco. ¿Dios me creó como alguien único que se encuentra en el medio o que abarca todo? La pregunta es sencilla: ¿Por qué la diversidad es tan difícil de abrazar? Después de todo, la diversidad es la característica clave y divina del universo.

Una de las declaraciones más aleccionadoras que he escuchado de un trabajador de la salud, en la Uganda rural, fue esta: “Todo el tiempo, he estado diciendo a las personas que estos niñxs, estas personas están enfermas de necesidades.” Esto es repetido por todos nuestros aliados médicos y legales, quienes proveen algún tipo de atención limitada a las personas intersex en Uganda. Esta breve declaración, revela la fuerte incertidumbre entre los miles que luchan para satisfacer las necesidades básicas del día a día, antes de que puedan prestar atención a la carga del estigma y discriminación de sus cuerpos intersex – o cuerpos diferentes – o de los cuerpos de sus hijxs. Los cuerpos intersex, se pueden convertir en una maldición para una persona intersex que viva en la pobreza, o para la madre de unx niñx intersex, que no está segura si lx niñx siquiera tendrá algún futuro en la normativa y violenta sociedad que ella conoce. Es un grito de ayuda, para esquivar la alternativa más fácil, que es matar a estxs, supuestamente inconvenientes, niñxs intersex – y supuestamente por el propio bienestar de sus hijxs. Innegablemente hay un grito de ayuda, ayuda para una población intersex doblemente marginalizada, que es frecuente que también se identifique como de género no conforme, para ser capaces de ayudarse a sí mismos con una pequeña ayuda para desarrollar las capacidades con las que ya cuentan y liberar los potenciales que ya tienen, usando materiales y capital que esté a su alcance.

En respuesta a este grito de ayuda, está nuestro único camino para avanzar en la construcción de una masa crítica, y defensores de derechos y agentes de cambio de primera mano. Acertadamente, ha sido dicho en movimientos sociales anteriores, que ningún cambio es real o sustentable sin el empoderamiento integral de los que realmente están interesados. Ciertamente esto no es diferente con lxs niñxs y personas intersex en Uganda.

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El alcance de SIPD en Uganda. Foto: suministrada.


– por Julius Kaggwa, director ejecutivo de SIPD Uganda.

Recientemente Julius fue entrevistado por The Guardian, en el artículo “I’m an intersex Ugandan – life has never felt more dangerous” («Soy intersex en Uganda – la vida nunca se había sentido tan peligrosa»).