Estrellada, noche estrellada: la corta vida de Herculine Barbin
Lo poco que sabemos de Herculine Barbin ha sido transmitido a través de muchas capas de interpretación, lo que no ha hecho mas que obscurecer a la persona, conocida indistintamente durante su corta vida como Herculine, Alexina y Abel.
Durante toda su vida, otros decidieron quién y qué era, así que la vida de Herculine Barbin se convirtió en un modelo hecho ficción para todxs los que nacen intersex.
Herculine Adélaîde Barbin nació en Saint-Jean-d’Angély en Francia, en 1838. Su familia era pobre, y como era común, en una época en la que las personas sin recursos frecuentemente no tenían acceso a la educación, se ganó una beca para estudiar en un colegio de monjas Ursulinas, exclusivamente para niñas.
Herculine demostró ser una buena estudiante, y se trasladó a Le Chateau para estudiar y convertirse en maestra. Y al hacerlo descubrió su diferencia, la característica misma de su diversidad, lo que se convirtió en algo inquietante para sí misma y para otros.
Herculine amaba a las mujeres en una época en la que tal cosa estaba absolutamente prohibida. A medida que fue creciendo hasta llegar a la edad adulta, se hizo evidente que era una mujer como ninguna otra: pecho plano, alta, y necesitaba afeitarse. Herculine era diferente.
Herculine era intersex.
Herculine también era lo suficientemente devota como para ser molestada debido a su corporalidad, y a falta de un lenguaje para facilitar su comprensión, solicitó una confesión con el obispo de La Rochelle.
Esto la llevó a un examen médico, y a la designación legal de que Herculine era un hombre, y que tendría que vivir el resto de su vida como hombre.
Esa decisión legal fue publicada en la prensa, y el escándalo fue inmediato, ya que era algo considerado obsceno. Herculine fue declarada monstruosa: en 1860, los periódicos dentro y fuera de Paris, llevaron informes de su reclasificación, llamándola uno de los monstruos sobrenaturales de la época. Es ese momento la vida de Herculine dejó de ser suya, y se convirtió en propiedad de todos los demás. En la actualidad, poco ha cambiado la situación en lo que respecta a la prensa, en su sabor obsceno para describir la intersexualidad.
Herculine dejó su trabajo como maestra, cambió su nombre, y se hizo camino hacia el anonimato en París, donde comenzó a escribir sus, ahora famosas, memorias.
La vida sexual de Barbin fue lo que sirvió como catalizador de su condena, el examen clínico fue el sello que la reclasificó legalmente: la culminación de la difamación de una sociedad que se negó a aprobar quien ella era.
Otros se apropiaron de la vida de Herculine Barbin para poder contar sus historias de moralidad y sensacionalismo. Michel Foucault afirmó haber encontrado y publicado el manuscrito de Barbin, aunque existen interrogantes acerca de que fue exactamente lo que encontró, y que era lo que residía en el Departamento de Higiene Pública de Francia.
La travesía desde el diario hasta las memorias – desde el Dr. Regnier, el médico que realizó la autopsia y recuperó el diario, hasta Auguste Ambroise Tardieu, un médico que tenía interés en observar y escribir acerca de lo que ahora reconoceríamos como la corporalidad intersex – no está especialmente claro.
Y aún menos claro es lo que pasó con el manuscrito entre 1874 y su aparente redescubrimiento por Foucault. Fue la publicación de Foucault de sus memorias, o al menos una versión de la vida de Herculine, lo que lanzó a Barbin dentro del mundo una vez más.
Como Judith Butler destacó en Gender Trouble, Foucault idealiza la vida de Barbin:
De hecho, pareciera idealizar su mundo de placeres como el ‘limbo feliz de la no-identidad’ (xxii), un mundo que excede las categorías de sexo e identidad: en esencia, la introducción de Foucault de las memorias, fue una ‘apropiación romántica’ de la experiencia de vida de Barbin.
Poco importaba. Foucault era famoso, y controversial. Herculine Barbin, o al menos la versión de ella que escribió Foucault, se convirtió en lo que muchas personas intersex pueden decir de sus propias vidas: un modelo para que otros sobrepongan sus teorías acerca del sexo y género. Lo que el elocuente, y preeminente activista intersexual de la primera generación, Emi Koyama, perfectamente describió como un proceso de apropiación y uso indebido:
Los cuerpos de las personas se utilizaron para apoyar teorías abstractas, en lugar de que las teorías sociales sean utilizadas para apoyar a las personas.
Ese proceso continúa hasta nuestros días, en los registros médicos de individuos intersex que son libremente compartidos entre los médicos, para que puedan escribir sus artículos revisados por sus colegas, y continuar retratando a la intersexualidad como algo “otro”, como algo atípico a las normas artificialmente aceptadas para ser un hombre o una mujer. El contraste entre este flujo de información medicalizada, de aparentemente de fácil acceso en la actualidad; es dolorosamente contrastado con los grandes esfuerzos individuales, realizados para obtener sus propios registros [médicos], solo para que se les diga que han sido perdidos o destruidos.
La desconexión discordante entre la experiencia de vida de las personas intersex, y el como se escribe acerca de sus vidas y como son estas interpretadas por otros, se cristaliza en la vida de Herculine Barbin.
Herculine Barbin se suicidó en un barrio de mala muerte de París, a la edad de 30 años, porque no pudo vivir en un mundo que se reusaba a aceptar quien ella era, y que condenaba su derecho a amar y ser amada.
No había un lenguaje que Herculine pudiera usar para describirse y validarse a sí misma, excepto, el que la condenaba. Escribió sobre si misma como ‘condenada’ y ‘castigada’, fue empujada mas allá de los límites de la voluntad se la sociedad para aceptar y entender.
A casi 150 años después de la muerte de Herculine, las personas intersex por nosotras mismas estamos reconfigurando el lenguaje y entendimiento acerca de lo que significa ser intersex, y qué significa el tener una corporalidad que es diversa, y de la que aún no se habla.
Son los activistas y defensores intersex los que están desafiando al lenguaje de antaño, y la hegemonía clínica que existe en el presente; para ayudar a asegurar el derecho de las personas nacidas intersex a vivir un futuro libre de los prejuicios que arruinaron la vida de Herculine Barbin, y que continúan motivando las intervenciones clínicas preventivas, en cualquiera que nazca intersex, hasta el día de hoy.
El cumpleaños de Herculine Barbin, el 8 de noviembre, es celebrado cada año como el Día de la Solidaridad Intersex, o el Día de la Remembranza Intersex.
– por Leslie Jaye, Activistx Intersex, OII-UK
Herculine Barbin (Siendo las Memorias Recientemente Descubiertas de una Hermafrodita Francesa del Siglo Diecinueve) por Michel Foucault está disponible, a través de librerías, incluida Amazon.es (tapa blanda, en castellano) y Amazon.com (e-book y en papel, en inglés).
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